Plaza Alemania
República Federal Alemana: país europeo. Capital: Berlín.
En esta plaza se destaca una fuente-monumento donada por Alemania con motivo de los festejos de los cien años de la Revolución de Mayo.
La República Argentina conmemoró los cien años de la revolución de Mayo, en 1910, fue en ese marco que Argentina recibió donaciones de fuentes y monumentos recordatorios por parte de las colectividades extranjeras residentes en nuestro país. Varios miembros de la colectividad alemana conformaron en 1909 la "Comisión Alemana pro Centenario de la República Argentina", encargada de llevar a cabo el homenaje.
El 8 de octubre de 1909 por ley Nº 6476 la entonces Municipalidad de la ciudad de Buenos Aires acepta la donación y se encomienda a la tarea de encontrar un lugar apropiado para su emplazamiento.
La elección del artista se realizó por concurso encomendado a la "Sociedad pro Arte Alemán en el Extranjero", con sede en la ciudad de Berlín.
Se presentaron 122 proyectos. Se seleccionaron 4 bocetos y por unanimidad se le otorgó el primer premio al profesor Gustavo A. Bredow.
El 31 de mayo de 1910 tuvo lugar el acto de colocación de la piedra fundamental de la obra, ceremonia a la que asistió el presidente de la Nación Dr. José Figueroa Alcorta y sus ministros; el señor Embajador Extraordinario Imperial barón von der Goltz, el ministro alemán barón von dem Bussche-Haddenhausen y los miembros de la Delegación y del Consulado General de Alemania.
La ejecución de la fuente monumental demoró cuatro años; recién en julio de 1914 el escultor se embarcó hacia Argentina para dirigir la colocación y los últimos detalles del armado.
Debido al inicio de la primera guerra mundial se postergó varios años la inauguración oficial que finalmente se llevó a cabo el 18 de mayo de 1918.
La ubicación de la fuente, retirada del tráfico de la avenida del Libertador hacia el centro de la plaza, tenía como fondo un paisaje verde de casuarinas y altos eucaliptus. Las visuales y su interacción con el entorno fueron muy estudiadas y cuidadas.
El artista trabajó como escultor y como arquitecto. Eligió la elipse como módulo compositivo para todo el conjunto arquitectónico en el que se insetan las manifestaciones escultóricas. Esta forma permite un soporte de ángulos redondeados que genera una integración visual entre el monumento-fuente y el espacio verde que lo circunda.
El espectador inicia el recorrido por las escalinatas frontales observando los grandes grupos escultóricos y las alegorías de menor tamaño de los extremos. Se detiene a escuchar el murmullo que generan los chorros de agua de diferentes alturas; rodea la fuente y finalmente se encuentra con bancos que le permiten un descanso para observar con detenimiento los relieves y los escudos de las
ciudades alemanas.
El agua es un elemento esencial en el conjunto. Bredow cuidó su relación con lo estructural y lo escultórico. Un potente chorro central vertical surge como de una fuente subterránea imaginaria; lo acompañan seis chorros que articulan el muro que cierra la fuente y doce de menor altura que conforman un ejemplo de ingeniería hidráulica muy logrado.
La elección de los materiales se realizó de acuerdo a la función que cumplían en la obra. Para la fuente y los grupos infantiles eligió la piedra calcárea concoidal, ya que era más resistente y dura que el granito. La elección de la forma elíptica condicionó que en los centenares de piedras que se utilizaron en la construcción no hubiera dos de la misma forma o tamaño.
Los grupos escultóricos de la Agricultura y la Ganadería fueron tallados en mármol pentélico, que sólo se obtiene en las canteras de Pentelí, en la montaña de Pentelikon, en Grecia y hacia allí viajó Bredow, para elegirlos personalmente. El leve tinte amarillento permitiría, con el paso del tiempo, resaltar la luz y la sombra mejor que el mármol de Carrara.
Necesitaba bloques de más de tres metros de altura. El transporte implicó trasladar un peso total de 220 toneladas desde el puerto del Pireo, por barco, hasta Hamburgo y desde allí, por tren, al taller del escultor. Un serio inconveniente surgió cuando, casi terminado el grupo del toro, el escultor descubrió una profunda grieta en el mármol y sin dudarlo, decidió partirlo en dos con su martillo. Encargó un nuevo bloque a la cantera griega, pero por la guerra ítalo turca y múltiples inconvenientes se demoró más de un año en llegar a Alemania.
Las dimensiones del monumento son grandilocuentes. El eje longitudinal es de 25 m. La fuente en sí mide 13m x 6,50m. Las figuras de los grupos escultóricos tienen una altura de 3 metros y los relieves posteriores de bronce miden 2m x 1,40m de altura.
Las alegorías escultóricas nos remiten a la relación entre ambas naciones basada en: La Ganadería y la Agricultura. Estos grupos simbólicos fueron ubicados en los extremos de la fuente y otros dos, de menor tamaño, asociados a la fertilidad de la tierra (danza de niños en derredor de una gavilla de trigo) cierran los extremos de las escalinatas frontales.
En la parte posterior una sucesión de relieves se vincula con una procesión que representa la Cultura en marcha.
Las esculturas frontales se refieren al progreso material y los relieves posteriores al progreso espiritual; ambas temáticas respondían a la idea del progreso como concepción liberal de la época.
El monumento-fuente logra una articulación de todas sus partes en una euritmia armónica de equilibrio, serenidad y monumentalidad.
Las palabras de Johann J. Winckelmann, arqueólogo e historiador del arte alemán del siglo XVIII sobre el arte griego aplican a la obra de Bredow: "noble sencillez y en silenciosa grandeza".
Dra. María del Carmen Magaz
Historiadora del Arte
Ubicado entre Av. Libertador, Av. Casares, Castex y Cavia
(Palermo)